2/10/08

Joan Mora, “el gaucho”.












A ver como utilizo los tiempos verbales para describir un día de 48 horas. El que va des del miércoles a primera hora en Buenos Aires hasta el jueves en Mataró.

Para hoy (miércoles) los amigos de CESSI nos han preparado un día de campo en la Estancia Villa María. Una finca con 600 hectáreas dedicadas a la organización de eventos pero que, en realidad, es mucho más grande y está dedicada a la agricultura.

En primer lugar hemos asistido a una exhibición de destreza criolla, con jinetes experimentados mostrándonos los entretenimientos y juegos que los gauchos utilizaban para divertirse y después hemos compartido el tradicional asado. El entorno era excepcional por su grandiosidad paisajística que recordaba tiempos pasados de opulencia.

Al finalizar, “Viento del norte”, un grupo musical nos acompañó con sus canciones norteñas que nos trasladaban a tiempos pasados, mientras se incorporaban a la fiesta dos parejas de bailarines con sus danzas tradicionales y una exhibición con “boleadoras” en la que, sin darme cuenta, me vi inmerso. Cual espectáculo de circo, el gaucho me tomó como “alumno” para enseñarme su funcionamiento. Podría decir que superé la prueba sin llegar al ridículo puesto que el espíritu del grupo estaba ya muy alto y dispuesto a eso y a mucho más. Lo dicho, arriba el espíritu y he acabado bailando con ellos en el fin de fiesta.

A lo que ya no me he atrevido a sido a montar a caballo. Tenía que tomar el avión y no me imaginaba volar “oliendo a caballo” aunque me marcho con la sensación de que he perdido una oportunidad para galopar por un entorno maravilloso.

En definitiva, un día que ha servido para profundizar en las relaciones con todo el grupo, para comentar todo aquello que quedó pendiente después de los “face to face” y para hablar con algunas empresas que, por tiempo, habían quedado fuera de las rondas.

Desgraciadamente, a las cuatro de la tarde, aquellos que debíamos volar a Barcelona esa misma noche hemos salido para el aeropuerto Ministro Pistarini (Ezeiza) para llegar al vuelo con garantías de tiempo suficiente.

Tanto durante la espera de aeropuerto como durante el vuelo (esta vez Iberia vía Madrid) reflexiono sobre lo positivo de viaje y la gran expectativa que me llevo. ¿Por qué no vine antes? Quizá esa sería la pregunta …

Evidentemente, la decisión de con quién o quienes trabajar será más duro que el esfuerzo de estos días puesto que muchas de las empresas, aparentemente, cumplen sobradamente con los requerimientos. Sin duda ahí estará el hándicap.

En todo caso, podríamos decir aquello de “volveré …”

Escribo esto durante el vuelo, ya llegando a Madrid. Pensando en si llegaremos a tiempo a la conexión para Barcelona y como me las arreglo para asearme un poco –cambiarme si es posible- y llegar a tiempo a la sala de plenos del Ayuntamiento donde hoy jueves a las 19h tenemos el pleno de octubre con un montón de temas. Será largo.